La felicidad se ha roto los nudos
para quedarse bailando
para quedarse bailando
en los rincones de este encuentro.
Nos encendimos una lamparita invisible
y los ojos se siguen mirando en la misma luz,
en este ahora perpetuo.
Abres una ventana nueva en tu tiempo
y mi boca te besa con cada palabra.
Agito un mar distinto en mi vientre
y tus labios me dicen en toda canción.
Nos ofrecemos un espejo invisible
y las luces se hablan en la misma mirada,
en este aquí sin mapa.
Tan sutil el reflejo, y tu piel ya es calor.
Tan delicada la luz, y mi piel ya es refugio.
(Está creciendo un jardín.)
(Está creciendo un jardín.)
muy bueno
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