un mapa fidedigno de nuestro territorio." (Aníbal Núñez)
A esta primera cita no llevaré a la niña triste.
Tampoco fingiré la esperanza.
Me pintaré, eso sí, la boca que lame
y me pondré a la altura del placer.
Hoy no habrá no ni pero,
lo sé:
no es cuestión de suerte ni de belleza,
y el amor poco tiene que decir a
nuestro favor.
No tendré que elegir el vestido
adecuado,
encontrar las palabras precisas,
medir las distancias ni estirar la duda.
Tú tendrás el rostro que yo quiera,
las manos que yo quiera,
los ojos que yo quiera
y los labios abiertos.
Sabré que estás antes de que aparezcas:
no habrá nervios.
Los cuerpos nos presentarán en esta
caja de sombras;
sin voz, quedará sólo la música que
rompa la oscuridad.
Nos levantaremos la corteza para
vernos,
y las ramas nos crecerán para trenzar
un bosque.
Nuestros animales bramarán en él,
la naturaleza quebrará el miedo.
La saliva será beso antes de que el
sueño acabe,
cuando se apague la luz interna que te
intuyo
cuando te espero como una bacante en tu
noche.
El hilo de mente a mente que me lanzas
lo romperá la mañana que espera,
y la linterna que encendió el corazón
volverá
a delimitar este territorio de ausencias.Fotografía de René Groebli |
andrea mazas